Se acaban los distractores de la 4T
José Luis Camacho Acevedo
Mucho se ha comentado, a veces a favor, otras en contra, de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, entre otra de sus muchas habilidades o pericias políticas, está la de crear distractores mediáticos para desviar la atención de la sociedad de los graves problemas que enfrentan todos los gobiernos de acuerdo a su circunstancia.
Pero al parecer la estrategia de los distractores de AMLO es una figura que se está agotando.
Mencionaré cuatro casos en los que el imaginario colectivo ya de plano no cree y menos le presta atención ante graves contingencias como la Tercera Ola del Covid y el gobierno sigue sin mostrar una acción eficaz para contenerla; el creciente desempleo con su carga de nuevos pobres y la inseguridad que no para.
1.- La declaración del presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, de que no aceptaría una ampliación de su mandato como lo propuso el senador oaxaqueño del PVEM, Raúl Bolaños Cacho Cué, canceló ese debate como un distractor efectivo de la 4T.
2.- La destitución del presidente del tribunal electoral, José Luis Vargas Valdez, también dejó de ser un tema de discusión. La propia SCJN le recomendó al “magistrado billetes” que declinará en su pretensión de interponer una controversia ante la decisión de sus compañeros de sacarlo, de una vez por todas, de un cargo al que de plano no hizo honor por sus corruptelas.
3.- La llamada consulta para juzgar a los llamados actores político del pasado, identificado por el pueblo sabio como una consulta para decidir si los expresidentes Carlos Salinas; Ernesto Zedillo; Vicente Fox; Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, pudieran ser enjuiciados por faltas a la nación y en consecuencia hasta caer en prisión, perdió interés apenas al primer martes después de celebrada.
4.- Queda pendiente como eventual distractor la revocación de mandato que habría de celebrarse en marzo del 2022. Pero la sensibilidad popular cree que es predecible que acudan a dictaminar, a favor o en contra por la pregunta de si quiere que AMLO siga al frente de la presidencia de la república, serán, sin duda, más mexicanos de los fueron a emitir su opinión en la consulta sobre los expresidentes, pero tampoco alcanzará el número necesario para convertirse en vinculante. Lo predecible es que, mayoritariamente, la sociedad que emita su opinión, lo haga a favor de que AMLO continúe en el cargo hasta el final de su mandato en el 2024.
De plano parece que se agotó la vigencia de los llamados distractores mediáticos.
EN TIEMPO REAL.
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