Cuba sufre un apagón generalizado tras el paso del huracán Ian, que se dirige a Florida
Unas 40.000 personas fueron evacuadas en Pinar del Río por el ciclón con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora a una velocidad de 17 km/h
El poderoso huracán Ian atravesó desde la madrugada del martes el oeste de Cuba y dejó al país a oscuras con un apagón generalizado al dañar su red de servicio eléctrico, además de arrasar árboles y causar otros destrozos, antes de seguir hacia Florida.
"No hay servicio eléctrico en ninguna zona del país en estos momentos", dijo el martes por la noche Lázaro Guerra, director técnico de la estatal Unión Eléctrica, en declaraciones al noticiero estelar de la televisión cubana.
Cuando aún se sentían los vientos del ciclón y las marejadas azotando la costa, la gente en la calle caminaba alumbrándose con la luz de sus teléfonos, mientras que en algunos hogares se iluminaban con velas o lámparas de baterías recargables.
El ministerio de Energía y Minas señaló de su lado que se trata de una "condición excepcional", cuya solución "requiere de mucha precisión", y que el servicio eléctrico se irá restableciendo de forma paulatina durante la madrugada del miércoles en este país caribeño de 11,2 millones de habitantes. Solo cuentan con electricidad las pocas personas que disponen en sus casas u oficinas de generadores que funcionan con gasolina.
El huracán categoría 3, que tocó tierra en la madrugada en la provincia de Pinar del Río, oeste de Cuba, el martes por la tarde estaba a 375 kilómetros de Sarasota, Florida, y avanzaba con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora a una velocidad de 17 kilómetros por hora.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos pronosticó que "Ian se acercará a la costa oeste de Florida como un huracán intenso extremadamente peligroso".
Tras dejar la isla, en varias provincias occidentales, La Habana incluida, se mantenían el viento y lluvias, con una banda periférica de 600 kilómetros.
En camino a San Juan y Martínez, a 190 km de La Habana, uno de los lugares más golpeados y zona de plantaciones de tabaco en Pinar del Río, se veían cultivos anegados, árboles arrancados y cables tirados por todos lados, constataron periodistas de Afp.
En la población Consolación del Sur, Caridad Fernández, un ama de casa de 65 años, contemplaba el desastre en el umbral de su hogar inundado, con colchones mojados. Las tejas francesas se fueron con el huracán.
"Todo lo tenemos dañado, pero lo que hay es fe en mantener la vida, y eso lo tenemos. De todo se sale, menos de la muerte", dijo la mujer con ojeras tras una larga noche.
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