La inflación de EEUU rompe los pronósticos para mal
La inflación en los Estados Unidos se situó en el 8,3 por ciento en la tasa interanual. El dato, si bien fue más bajo que el 8,5 por ciento alcanzado en julio, volvió a ser más elevado de lo esperado por el mercado, creando una convulsión significativa.
Los futuros de Wall Street, por ejemplo, cotizaban con ganancias de entre el 0,4 y el 0,7 por ciento minutos antes de la publicación de los datos por parte del Instituto de Estadísticas del Trabajo en los Estados Unidos.
Tras conocerse el menor retroceso de lo anticipado por el mercado, que estimaba un alza de los índices de precios del consumo hasta el 8,1 por ciento, sin embargo, los futuros de los principales indicadores norteamericanos sustituyeron sus números verdes por unas pérdidas superiores al 1 por ciento.
Los futuros del Nasdaq, de hecho, fueron los más afectados, cotizando con rebajas de hasta el 2,3 por ciento que apuntaban a una apertura de sesión desastrosa en Nueva York.
El rendimiento de los bonos del Tesoro norteamericano a diez años, mientras tanto, avanzaron seis puntos hasta el 3,42 por ciento.
El miedo de los inversores a que este dato de inflación extienda el tono hawkish mantenido por la Fed, por tanto, llevó a las bolsas norteamericanas a cotizar con graves pérdidas a una hora de su apertura oficial, en una venta masiva de títulos que también se trasladó a Europa.
El IBEX 35, por ejemplo, eliminó las ganancias de hasta el 0,3 por ciento cosechadas durante la mañana del martes, 13 de septiembre, para pasar a cotizar con pérdidas de hasta el 0,7 por ciento tan solo 15 minutos después de conocerse el dato de inflación en Estados Unidos.
Una caída que también se reflejó en índices como el Euro Stoxx 50, o el DAX alemán, que fue uno de los más afectados por estos nuevos datos.
El índice germano, que avanzaba cerca de 1 por ciento durante la mañana del 13 de septiembre, pasó a cotizar plano, sosteniendo a duras penas sus ganancias.
Las expectativas de que la Fed continue su política agresiva de subidas de tipos, además, volvió a impulsar la cotización de un dólar que durante los últimos días había dado una tregua respecto al euro.
El cambio eurodólar se recortó un 0,6 por ciento ante la constatación de que la inflación sigue sin dar el respiro esperado por el mercado, volviendo a igualar los márgenes entre ambas divisas.
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