Epidemiólogos, los otros héroes de la pandemia

Epidemiólogos, los otros héroes de la pandemia

Desde el inicio de la pandemia en 2020, miles de médicos en general, así como enfermeras, anestesiólogos y camilleros han sido algunos de los héroes que la han enfrentado, pero a dos años del primer caso confirmado en México, aquel 28 de febrero de 2020, hay que reconocer también la lucha de los epidemiólogos para tratar de entender y prevenir la propagación del SARS-CoV-2.

De acuerdo con Alejandro Macías Hernández, infectólogo miembro de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia por Coronavirus de la UNAM, la pandemia le cambió la vida.

El llamado “zar de la influenza” de 2009 se volvió una figura pública, a quien la gente quería escuchar ante la incertidumbre que vivíamos, lo que le dio la oportunidad de explorar nuevas formas de divulgación de la ciencia en medio de la crisis sanitaria, aunque no fue un proceso inmediato: “Como médico siempre me había resistido a dar consultas en línea o a usar el WhatsApp para estar atendiendo a la gente. Ahora entendí que no había otra manera de hacerlo”, narra.

Tiene claro que el uso de herramientas digitales, como los videos, para dar información y estar en contacto con las personas, es algo nativo para las generaciones más jóvenes. Por ello, impulsado por su hijo menor, decidió grabar videos para explicar a la población lo que pasaba. “Él me decía que no podía estar explicando una vez o uno por uno porque me iba a costar años, en cambio un video podía tener acceso a miles de personas”, rememora.

En ese contexto y con la incertidumbre de la réplica que tendría lo que hizo, inició con videos cortos que se volvieron un referente de consulta para entender lo que pasaba con la Covid y actualmente su trabajo ya suma más de 16 millones de vistas: “Antes de la pandemia yo tenía videos y si teníamos dos, tres mil vistas eran muchas”, detalla Macías.

Generación Zoom


Sin embargo, su labor no paró ahí. Además de su trabajo de campo, analítico y de crear modelos de predicción del comportamiento del virus, los epidemiólogos se tuvieron que ocupar de informar de manera sencilla a la población en los medios de comunicación.

Esta función la realizaron a través de conferencias de prensa, entrevistas telefónicas y vía Zoom desde el día que aparecieron los primeros contagios en el país, recuerda Guadalupe Soto Estrada, epidemióloga del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM).

La experta en Ciencias de la Salud sostiene que fue muy valioso que conocieran todas las actividades que hacen diariamente los epidemiólogos y que además no se terminan con una pandemia ni inician con ella, son permanentes: “Todo el tiempo estamos vigilando la aparición de nuevas enfermedades, tuvimos el ébola, la influenza de 2009; en general, todo el tiempo se están reportando brotes y todo el tiempo hay actividad, pero con la pandemia, digamos que incluimos a todo el mundo y a la población en nuestras actividades”, explica.

En ese contexto, durante los primeros meses el trabajo fue arduo pero muy necesario, considera Alfonso Vallejos-Parás, epidemiólogo y académico del Departamento de Salud Pública de la FM: “Teníamos una vida más o menos normal, de trabajo continuo, vigilando epidemiológicamente otras enfermedades y, por supuesto, que cambió nuestra vida; en lo particular, en sentir esa responsabilidad de creerse que para esto estoy preparado”.

Vallejos comenta que hubo retos muy importantes, desde la atención médica, la vigilancia epidemiológica, hasta contar los casos, tener las pruebas adecuadas, difundir la información a las personas y entender la dinámica de la epidemia.

Su función se basó en el análisis de información para la toma de decisiones, un trabajo que realizan desde la aparición de la especialidad en México en 1984. De hecho, los epidemiólogos universitarios vieron un impacto en las aulas derivado de las circunstancias: “Se volvió más interesante para los alumnos siendo la mayoría de epidemiología y estando en una pandemia para entender lo que estaba pasando en el momento”, explica Vallejos-Parás.

Asimismo, hubo una mayor demanda de la especialidad, así lo consideró Guadalupe Soto quien explicó que la solicitud para ser instructor en salud pública aumentó.

Y aunque aún falta para que esta pandemia termine y seguramente vendrán otras, siempre habrá una comunidad de epidemiólogos para dar la batalla. Lo más importante será aprender de todo lo vivido, dice Macías: “Tenemos que hacerlo y tratar de salir con optimismo a un México mejor, que construyamos mejor las cosas y que trabajemos mejor todos juntos”.

Con información de Gaceta UNAM

Comentarios