Personas con asperger pueden tener una vida normal
Su lenguaje es rebuscado, específico, literal y concreto: Fructuoso Ayala Guerrero
La mejor forma de ayudar a las personas con autismo, especialmente quienes presentan la variante conocida como síndrome de Asperger, es estar atentos a su desarrollo y habilidades de comunicación, coinciden en señalar especialistas de la UNAM.
Fructuoso Ayala Guerrero, del posgrado en Psicología, y Felipe Cruz Pérez, de la Facultad de Psicología, destacan que en los últimos años es considerado parte del espectro autista. La celebración se estableció como un homenaje al pediatra austriaco Hans Asperger.
A partir de 2007 asociaciones que apoyan a quienes lo padecen celebran el 18 de febrero como el Día Internacional del Síndrome de Asperger, por coincidir con el aniversario del natalicio del médico europeo (1906).
Ayala Guerrero explica el padecimiento: “los pacientes tienen problemas del neurodesarrollo; es decir, su sistema nervioso no se desarrolla adecuadamente desde el nacimiento, inclusive antes, pues hay factores genéticos que controlan el desarrollo adecuado del cerebro”.
Lo anterior genera problemas de comunicación que pueden ser detectados a partir de los primeros años vida; a diferencia de otros que llevan a la incomunicación, este es más común, aunque también más desconocido.
Entre las alteraciones sociales destaca el hecho de que les es difícil integrarse y entender los protocolos de la sociedad, lo que genera conductas poco adaptativas y problemas de desenvolvimiento con otros seres humanos.
A diferencia de quienes presentan severos problemas de comunicación, las personas con asperger tienen un lenguaje, se comunican adecuadamente, pero es rebuscado, específico; además, es literal y concreto, no entienden el figurado, todo lo toman al pie de la letra. Por ejemplo, si decimos que morimos de frío entienden que la persona fallece por la temperatura; su mente es precisa y rígida, subraya el investigador.
El individuo que lo padece no necesariamente es un sabio en su área, pero puede llevar una vida normal, por lo que su detección oportuna es clave para ayudarlos, añade Cruz Pérez.
Los investigadores detallaron que formar profesionales que diagnostiquen de forma temprana a quienes presentan problemas del espectro autista para ofrecerles la mejor atención, es uno de los compromisos de la Universidad; hasta antes de la pandemia se brindaba apoyo a los padres en el Laboratorio de Cognición y Desarrollo.
Ayala Guerrero precisa que en el Laboratorio de Neurociencias se comenzó un protocolo mediante estimulación magnética transcraneal para realizar valoraciones neuropsicológicas y pruebas de vías sensoriales, a fin de mejorar su calidad de vida. Sin embargo, en este caso la emergencia sanitaria también detuvo el trabajo.
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