6 años

6 años

Se cumplen seis años de que López Obrador, logró su ansiado anhelo de convertirse en presidente. Para él, la tercera fue la vencida, y la extraordinaria votación que logro, por supuesto que legitimo su triunfo, triunfo que se dio por el desencanto del sexenio de Enrique Peña Nieto, por los escándalos de corrupción que permearon la administración del mexiquense, cáncer que no pudo extirpar el tabasqueño, y los hechos hablan por sí solos.

Siempre lo he dicho, y me sostengo en ello, el inquilino de Palacio Nacional es un político fuera de serie, que supo y sabe atrapar multitudes, que ha sabido hacer sentir al pueblo que es parte de su proyecto. Su tradicional conferencia mañanera fue su punta de lanza, con ella marcó la agenda diaria del acontecer en México, y finaliza su mandato con una popularidad nada despreciable del 60%. Esa popularidad ni Obama la tuvo. Ohhh cotorrea.

Ese modelo de comunicación que empleó durante su jefatura de gobierno capitalino, la ocupó, como presidente, para hacer anuncios espectaculares, como sus obras emblemáticas, para culpar al pasado de todos los males que aquejan al país, para denostar, calumniar y atacar a la oposición y a los periodistas críticos de su administración, administración que ha sido la más violenta contra el gremio, con el asesinato de 37 comunicadores y 5 desaparecidos, lo que se ha etiquetado a México, como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo..

A seis años, su administración ha sido de claroscuros, sí bien ha mantenido una disciplina fiscal, aumentó considerablemente el salario mínimo, hubo inversión extranjera récord, el peso se mantiene fortalecido, incremento los programas sociales y disminuyó la pobreza, todo fue a costa del desmantelamiento de diversos programas sociales que sí funcionaban.

Ahhhh, pero eso no es todo, también deja una enorme deuda en materia de salud, educación, ciencia y tecnología. No cumplió lo que prometió en campaña, y mantiene sus mentiras de que México tendrá un mejor sistema de salud que Dinamarca, diría mi abuelita, ya ni la burla perdona. Es más, hasta este fin de semana en su gira por el sureste insistió en que “vamos muy bien”, será, aunque siempre para el tabasqueño NO PASA… NADA en el país.

Este lunes, la pachanga será en grande en el Centro Cultural de Los Pinos, a partir de las diez de la mañana, y la que abrirá el festejo será la cantante Eugenia León, quien incluso lo ha hecho en Palacio Nacional y ha participado en el AMLOFEST. Quiúboles, es consentida, es consentida del Tabasqueño. Por cierto, la jefa de gobierno electa, Clara Brugada y el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, serán los únicos oradores del evento, bueno, salvo que le pidan a López Obrador que haga uso de la palabra.

AFECTACIONES

Vaya que las lluvias atípicas de los últimos días, bueno así las clasificaron los gobiernos municipales de la Zona Oriente del Estado de México, por no reconocer que fue por falta prevención y mantenimiento al sistema de drenaje, dejaron serios estragos y más de mil viviendas afectadas en Chalco, Valle de Chalco, Chimalhuacán, Los Reyes La Paz, Ixtapaluca y Chicoloapan.

Lo qué es de cuestionar es la tardía aplicación de PLAN DNIII, cuando esos seis municipios ya no sentían lo duro cuanto lo tupido, y sus autoridades locales no se daban abasto en los trabajos de limpieza y desinfección de las viviendas en las que el agua alcanzo hasta un metro de agua, trabajos que continuarán toda esta semana. Cientos de familias perdieron sus pertenencias.

Ante esa situación, la que anda con todo es la Secretaría de Salud estatal, que se ha dado a la tarea de realizar un saneamiento básico, medicina preventiva y consulta de primer nivel, además de entregar material de limpieza, y aplicar vacunas contra el tétanos y la difteria, hepatitis y neumococo, así como la entrega de pomadas para las infecciones, cubre-bocas y gel antibacterial, entre otros insumos. Estrellita a esa dependencia por aplicada.

Y ya entrados en el tema, senadores del PRI confirmaron que van por una reforma que permita la exención del pago de luz a las zonas afectadas por desastres naturales durante todo su periodo de reconstrucción o rehabilitación.

La iniciativa propone modificar el artículo 105 de la Ley de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y refiere que “la exención del pago de electricidad en zonas de desastre surge como una medida necesaria y humanitaria para aliviar la carga económica sobre aquellos que ya están luchando por reconstruir sus vidas”. Ojalá lo logren, porque para Morena y aliados hay otras prioridades, pero bien jugado ese balón por los priistas.

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