Centro histórico: menos autos, más vida
“Querétaro no necesita más autos en su Centro Histórico, necesita más vida.”
Las políticas de movilidad en Querétaro están tomando un rumbo que parece ignorar los principios de sostenibilidad. En lugar de priorizar un Centro Histórico que privilegie a los peatones y el transporte público, la administración municipal, con el Superintendente del Centro Histórico, Marco Álvarez Malo, a la cabeza, propone un modelo que multiplica los cajones de estacionamiento y, con ello, la presencia de automóviles.
Este artículo pretende reflexionar sobre las graves consecuencias que estas decisiones tienen para el desarrollo sostenible de la ciudad y, en última instancia, para la calidad de vida de sus habitantes. Más autos no significan más progreso; más autos significan más contaminación, ruido y caos en el corazón de Querétaro.
Un déficit sin sustento
El argumento del déficit de 5 mil cajones de estacionamiento que utiliza Álvarez Malo para justificar la expansión de espacios para autos parece estar basado más en una visión mercantilista que en un análisis serio de las necesidades del Centro Histórico. La cifra se presenta como un hecho irrefutable, pero ¿realmente se ha estudiado la movilidad en el primer cuadro de la ciudad desde una perspectiva integral? ¿Se han considerado otras soluciones más sostenibles y menos dañinas para el patrimonio y el medio ambiente?
El funcionario señala que la gente ha dejado de ir al centro porque no encuentra dónde estacionarse, pero esa afirmación es falaz. La realidad es que el Centro Histórico no puede seguir operando como un aparcadero. El tráfico vehicular excesivo es uno de los principales problemas que afecta tanto a los habitantes como a los visitantes, y la solución no es seguir dando prioridad a los autos. Estas ideas mercantilistas no solucionan el caos vehicular, sino que lo perpetúan.
Un Centro Histórico peatonal
En lugar de destinar recursos a la creación de más estacionamientos, Querétaro debería seguir los pasos de otras ciudades del mundo que han transformado sus centros históricos en paraísos peatonales. Pontevedra, en España, es un ejemplo exitoso: al eliminar los automóviles del centro, la ciudad ha experimentado un renacimiento urbano, con menos contaminación, menos accidentes y un incremento en la actividad comercial.
¿Por qué Querétaro no puede aspirar a lo mismo? El Centro Histórico tiene el potencial de ser un espacio limpio, seguro y atractivo para todos, pero para lograrlo, se necesita valentía política. No podemos seguir sacrificando el patrimonio y la salud de la ciudad en favor de decisiones cortoplacistas que solo benefician a unos cuantos.
La mercantilización del espacio público
Cuando se toman decisiones como la de expandir cajones de estacionamiento en el Centro Histórico, queda claro que los intereses económicos están por encima de la calidad de vida de los queretanos. Asignar cargos a personas que solo ven en la ciudad una oportunidad para hacer negocios de corto plazo es una forma de corrupción que debe ser condenada.
Estas decisiones están orientadas por una visión mercantilista que prioriza lo inmediato, sin tener en cuenta que lo que verdaderamente falta en el Centro Histórico no es espacio para más autos, sino un orden que respete el espíritu de desarrollo sostenible. El caos que estos funcionarios pretenden resolver solo se agrava cuando se centran en soluciones que atienden los negocios, pero ignoran el bienestar de la gente.
El alcalde Felifer Macías, por más compromisos políticos que tenga, debe poner el bienestar de la ciudadanía por encima de las ambiciones mercantilistas de algunos funcionarios. El eje rector de cualquier proyecto urbano debe ser la calidad de vida de los ciudadanos, no los intereses económicos que buscan aprovechar cada espacio de la ciudad para obtener ganancias rápidas. La visión de la ciudad no puede estar dictada por quienes ven en cada calle una oportunidad de negocio; debe estar guiada por un compromiso real con el desarrollo sostenible y la preservación del patrimonio histórico.
Esta propuesta es, además, contraria a lo que sostiene el presidente municipal Felifer Macías, quien ha declarado que “Querétaro está llamado a ser referente de cómo ordenar el crecimiento”. Si el crecimiento urbano se sigue enfocando en el automóvil y en la expansión de infraestructura para vehículos privados, se pierde completamente de vista la necesidad de ordenar la ciudad para mejorar la calidad de vida, no para generar más espacio para los coches.
Soluciones para una movilidad sostenible
Si realmente se quiere que el Centro Histórico sea un lugar atractivo tanto para locales como para turistas, la solución no pasa por construir más estacionamientos. Lo que Querétaro necesita es un sistema integral de movilidad que apueste por el transporte público eficiente, el uso de bicicletas y, sobre todo, la peatonalización de grandes áreas del primer cuadro de la ciudad.
Un sistema de transporte ecológico que conecte los estacionamientos periféricos con el centro sería una buena opción para reducir la congestión. Sin embargo, esta medida debe complementarse con políticas que desincentiven el uso del automóvil, como restricciones vehiculares y una mejora en la oferta de transporte público.
Menos autos, más vida
La expasión de los estacionamientos en el Centro Histórico de Querétaro es una visión equivocada y obsoleta, contraria a cualquier lógica de sostenibilidad urbana. El futuro de las ciudades pasa por reducir el número de vehículos, no por aumentar su presencia. Las calles del Centro Histórico no deben ser vistas como espacios para aparcar coches, sino como lugares para que la gente disfrute, camine y viva.
Es momento de que Querétaro apueste por un desarrollo verdaderamente sostenible. El Centro Histórico tiene el potencial de convertirse en un modelo de ciudad verde, pero para ello, las decisiones deben centrarse en las personas y no en los automóviles. Solo así se podrá garantizar un futuro más limpio, saludable y próspero para todos.
Dicho lo anterior, el Plan Orden presenta un desafío significativo para el nuevo gobierno municipal. Su éxito depende de que los funcionarios comprendan y apliquen sus principios de manera efectiva. Sin una capacitación adecuada y un compromiso firme, la transformación de las directrices en acciones concretas podría verse comprometida, obstaculizando lo que dice Felifer Macías: “Querétaro hoy está llamado a ser referente de cómo ordenar el crecimiento, hacerlo de manera ordenada”. Es decir un crecimiento hacia soluciones que realmente fortalezcan la calidad de vida de las y los queretanos.
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