El dilema del PAN: Resistencia o Declive

El dilema del PAN: Resistencia o Declive

*Resistencia civil o mercantilismo político: El dilema del PAN ante la hegemonía de Morena

La resistencia civil

En el contexto de una hegemonía política de Morena, el Partido Acción Nacional (PAN) se enfrenta a un reto existencial. Bajo la dirección de Marko Cortés, el partido ha sufrido un declive marcado, reflejando una crisis de liderazgo y de visión que lo ha llevado a la marginalidad política. Jorge Romero, una figura emergente dentro del PAN y miembro del influyente grupo inmobiliario, ha propuesto que el partido se convierta en la "resistencia civil" ante las iniciativas de Morena. Sin embargo, esta propuesta, carente de una narrativa emocionalmente resonante, se revela como una táctica vacía, desconectada de las realidades políticas y sociales del país. Para entender la magnitud de esta crisis y las implicaciones de la propuesta de Romero, es necesario contrastarla con los ejemplos históricos de resistencia civil, liderados por figuras como Mahatma Gandhi y Martin Luther King Jr.

Gandhi y King no solo lideraron movimientos de resistencia; fueron arquitectos de transformaciones sociales profundas. Gandhi, a través de su filosofía de ahimsa (no violencia), movilizó a millones de indios contra el colonialismo británico, utilizando la resistencia civil como una herramienta para desafiar el poder establecido y forjar un nuevo futuro para la India. La resistencia de Gandhi no era un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar un objetivo mayor: la independencia y la autodeterminación de su pueblo.

De manera similar, Martin Luther King Jr. lideró el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, inspirándose en la no violencia de Gandhi. King articuló una narrativa poderosa que resonó con los afroamericanos que sufrían bajo la segregación racial. Su discurso "I Have a Dream" no solo evocó un futuro de igualdad y justicia, sino que también movilizó a una nación en torno a esos ideales. Tanto Gandhi como King entendieron que la resistencia civil solo es efectiva cuando está acompañada de una narrativa que concite emocionalmente con el pueblo, alineando sus acciones con un objetivo claro y moralmente justificable.

El dilema del PAN: Entre la resistencia y el mercantilismo político

La propuesta de Jorge Romero de que el PAN asuma el rol de "resistencia civil" en México surge en un contexto donde la hegemonía de Morena, sustentada en la narrativa populista de López Obrador, se ha consolidado. Sin embargo, a diferencia de los movimientos liderados por Gandhi y King, la propuesta de Romero carece de un propósito claro y de una narrativa que conecte emocionalmente con la ciudadanía. En lugar de inspirar a la acción colectiva, la propuesta parece más una maniobra política para mantener relevancia en un partido que ha sido cooptado por un grupo reducido con intereses mercantiles.

El liderazgo de Marko Cortés ha transformado al PAN en una mera franquicia política, enfocada en la obtención de prebendas y posiciones de poder para su círculo cercano. Este enfoque mercantilista ha desconectado al partido de las preocupaciones y aspiraciones de los ciudadanos, debilitando su capacidad para articular una oposición efectiva a Morena. La falta de una narrativa coherente y emocionalmente resonante ha dejado al PAN en una posición marginal, incapaz de competir con la narrativa populista de López Obrador que sigue capturando la imaginación de gran parte del electorado.

Una crisis de liderazgo y la fragmentación interna

La crisis del PAN bajo la dirección de Cortés es más que una simple pérdida de relevancia electoral; es una crisis de liderazgo y de propósito. La desconexión entre el partido y su base, exacerbada por las divisiones internas y la exclusión de jóvenes líderes, ha debilitado su cohesión y su capacidad de respuesta. En lugar de integrar a nuevas generaciones y adaptarse a las demandas contemporáneas, el PAN ha optado por mantener un statu quo que favorece a un pequeño grupo de élite, dejando a la mayoría de su militancia sin voz ni representación.

Este enfoque ha llevado al PAN a perder terreno en el panorama político, como lo demuestra la pérdida de la gubernatura de Yucatán y la reducción drástica en su representación en senadurías y diputaciones federales. Con solo dos victorias en los 32 estados para senadurías de mayoría y apenas el 10% de las diputaciones federales, el PAN está en un punto de inflexión. Sin una reestructuración profunda y un cambio en la estrategia, el partido corre el riesgo de continuar su declive hacia la irrelevancia política.

El camino hacia la recuperación: Una narrativa renovada

Para que el PAN recupere su relevancia y pueda presentarse como una verdadera resistencia civil ante Morena, necesita una transformación profunda. Esta transformación debe comenzar con el desarrollo de una narrativa coherente que no solo se oponga a Morena, sino que también ofrezca una visión alternativa para el país. Una narrativa que conecte emocionalmente con la ciudadanía, abordando sus preocupaciones y aspiraciones de manera genuina y significativa.

El PAN debe alejarse del mercantilismo político que ha caracterizado la gestión de Cortés y adoptar una estrategia que priorice el bienestar colectivo por encima de los intereses personales y grupales. Esto implica integrar a nuevas generaciones de líderes, que puedan aportar perspectivas frescas y energías renovadas al partido. Sin una intervención decidida y una renovación estratégica, el PAN seguirá en su camino hacia la marginalidad, incapaz de competir efectivamente en el futuro.

Conclusión: La urgencia de una resistencia con propósito

En un contexto donde la hegemonía de Morena domina el panorama político, la propuesta de resistencia civil del PAN suena vacía y desconectada. Sin una narrativa emocionalmente resonante que capture la imaginación del electorado, el PAN está lejos de emular el impacto de Gandhi o King. La crisis del partido bajo Marko Cortés refleja una falta de liderazgo y visión que solo puede ser superada a través de una reestructuración profunda y un compromiso renovado con un propósito claro. La resistencia civil, para ser efectiva, debe estar fundamentada en una narrativa que inspire y movilice a la ciudadanía hacia un cambio significativo. Sin este enfoque, la propuesta de Romero no será más que una táctica vacía, condenada al fracaso en un país donde una importante parte del electorado busca un contrapeso viable a la hegemonía de Morena.

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