La "Deuda Oculta" Aún Frena el Desarrollo de Puebla
Por Melchisedech D. Angulo Torres/ Politólogo
Puebla, México — Determinar el verdadero impacto de la deuda heredada de las administraciones de Rafael Moreno Valle y Antonio Gali, conocidas como el "morenovallismo," es crucial para entender las restricciones presupuestarias que enfrenta el estado de Puebla. Lo que la nueva administración declaró inicialmente como una “deuda heredada” de alrededor de 44,000 millones de pesos (MDP) en 2019, que incluía subsidios y pasivos, era solo la punta del iceberg de un complejo entramado financiero. Este legado se caracteriza por la opacidad contable y el uso intensivo de instrumentos que evitaron registrar el costo total de las obras como deuda pública tradicional, desplazando la pesada obligación fiscal a las generaciones futuras.
El mecanismo central de esta "deuda invisible" fueron los Proyectos para la Prestación de Servicios (PPS), también denominados Asociaciones Público-Privadas (APP). Contrariamente a la deuda bancaria directa, estos contratos de larguísimo plazo (algunos con vencimiento hasta 2039) permitieron construir megaproyectos como el Museo Internacional del Barroco, el Centro Integral de Servicios (CIS) y la infraestructura asociada a la Planta de Audi, sin que el gasto total se reflejara de inmediato en el balance estatal. El costo original pactado para estos tres proyectos clave fue de aproximadamente 8,000 MDP, pero el compromiso legal del estado para pagarlos, con sus respectivos intereses, se ha convertido en un pasivo irrevocable que consume una parte fija y considerable del presupuesto anual.
De hecho, los informes más recientes de la Secretaría de Planeación y Finanzas sitúan la deuda pública "formal" o reconocida en alrededor de 11,000 MDP, pero esta cifra se eleva a cerca de 18,030 MDP al incluir otros pasivos y obligaciones en el “Estado analítico de la deuda y otros pasivos” de marzo de 2025. Lo alarmante es que, del total de esta deuda formal, aproximadamente 7,000 MDP corresponden directamente a los compromisos de los PPS/APP contraídos durante la gestión morenovallista, evidenciando que esta modalidad de financiamiento es la principal causante de la deuda que se reporta hoy en día.
Este lastre se traduce en una limitación directa de los recursos para la actual administración. Por ejemplo, en el Presupuesto de Egresos de 2024, el gobierno estatal etiquetó 1,483 MDP exclusivamente para el cumplimiento de las obligaciones de pago anuales derivadas de estos contratos de largo plazo. Este monto, forzosamente destinado a cubrir los acuerdos del pasado, deja de ingresar a rubros esenciales como seguridad pública, salud o infraestructura social, dificultando la capacidad de la administración actual para responder a las necesidades prioritarias de la ciudadanía.
La perspectiva se vuelve aún más crítica al considerar las proyecciones de los analistas económicos independientes. Estos expertos, al calcular el costo total de los PPS/APP que el erario poblano deberá cubrir, incluyendo el capital principal, los intereses acumulados, los costos de operación y las penalizaciones hasta el final de los contratos (2039), estiman que la carga total ligada al morenovallismo podría alcanzar una cifra astronómica de hasta 100,000 MDP. Aunque esta no es una cifra de saldo actual, es el costo total que los poblanos terminarán pagando por las decisiones financieras tomadas hace más de una década.
@_Melchisedech
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