Marrullero
Es uno más de los funcionarios que el presidente defiende a capa y espada, para el inquilino de Palacio Nacional vale más el 90% de lealtad y el 10% de conocimiento, que la impartición de justicia, me refiero a Francisco Garduño Yáñez, quien marrullero como es, pretende deslindarse de los lamentables hechos de la estación migratoria en Ciudad Juárez, donde murieron 40 migrantes, 27 resultaron gravemente lesionados y en el que 15 mujeres sobrevivieron.
El director del Instituto Nacional de Migración, buscará en la audiencia de este lunes, que el juez de Control le conceda una solución alterna de los hechos, lo que le permitiría librarse del proceso penal que enfrenta por el incendio de la estancia migratoria. Y lo más cañon del asunto, es que al funcionario no se le investiga por homicidio ni lesiones, sino por ejercicio indebido del servicio público. Es neta, como si Garduño no fuera responsable de esa tragedia, que mereció la condena mundial. Chale.
De acuerdo con diversas organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos de migrantes citadas por Proceso, la Suspensión Condicional del Procedimiento (“solución alterna”), “tiene por objetivo detener la persecución y proceso penal en contra del acusado y extinguir la acción penal”, por lo que “la clasificación del delito para él es más benéfica, cuando su responsabilidad debería ser mayor a la de todos los imputados en el caso”.
Y uno se pregunta, en serio duerme bien Francisco Garduño, tendrá la conciencia tranquila, después de ese incendio ocurrido hace más de un año en esa ciudad fronteriza, y lo más condenable es que sea uno más de los funcionarios indolentes, indiferentes e inhumanos, que han caracterizado a este gobierno, ya que ni siquiera se ha hecho la debida reparación para los deudos de las víctimas y los migrantes que resultaron lesionados, en el país del NO PASA…NADA.
MULTIFEMINICIDIO
Nada, absolutamente nada frena la ola de violencia en Michoacán, donde un día sí y el otro también ocurren multihomicidios. Y tal pareciera que los funcionarios responsables de la seguridad y procuración de justicia, con sus cifras alegres pretenden burlarse de los michoacanos, cuando la entidad se les cae a pedazos. Tan sólo el sábado pasado fueron asesinadas cinco mujeres en una vivienda, en la que también resulto herido un bebé de dos años.
A ese terrible hecho, se suman las ocho personas ejecutadas en los municipios de Zitácuaro, Parácuaro y Morelia, con lo que sumaron trece homicidios dolosos tan sólo en seis días, pero que tal el jefe de la policía, el Fiscal y hasta el secretario de Gobierno de Michoacán presumen que ya ocupan el séptimo lugar en incidencia de ese delito, no pues que orgullo.
A principios de julio, los tres funcionarios informaban que los homicidios dolosos habían disminuido 50% en Michoacán, qué pinche alivio para los habitantes, y que, de acuerdo con cifras de la Fiscalía, el delito de feminicidio en el primer semestre del año había bajado 27.2%, respecto al mismo periodo de 2023. Cómo si las cifras importaran a los michoacanos que claman por una verdadera estrategia de seguridad y justicia.
De acuerdo con versiones oficiales, el múltiple feminicidio perpetrado en Ziquítaro, perteneciente al municipio de Penjamillo, colindante con Guanajuato, ocurrió alrededor de las cuatro de la tarde donde fueron asesinadas cinco mujeres de 80, 47, 27, 24 y 17 años, todas ellas familiares en primer y segundo grado. Caray, hasta dónde llega la maldad de la naturaleza humana.
Los límites de Michoacán con Guanajuato, se han convertido en una zona de alta inseguridad, por la disputa entre los cárteles Jalisco Nueva Generación, Santa Rosa de Lima y remanentes de Los Templarios y la Familia Michoacana, que se disputan la plaza, donde el principal ilícito es el huachicol, seguido de la extorsión y el secuestro, y qué creen, las fuerzas del orden brillan por su ausencia.
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