Sucesión 2027, la rueda de la fortuna
Se suma, aún sin tenerlo abiertamente claro ni ser consciente de ello, la recién designada Secretaría de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, a la carrera de la sucesión estatal de Tlaxcala para el 2027, que dicho sea de paso, su designación es un triunfo político para Pedro Haces Barba, líder nacional del desaparecido partido Fuerza por México y del CATEM, el sindicato de la 4T —Quien por cierto, ayer, celebró su cumpleaños junto a Carlos Slim, Miguel Rincón y hasta Ricardo Monreal—.
Junto con Jose, como cariñosamente le llaman sus cercanos, se suma Alfonso Sánchez García, presidente municipal electo de la capital de Tlaxcala como candidateable a la gubernatura por Morena y, aunque su padre, el ex gobernador de Tlaxcala, Alfonso Abraham Sánchez Anaya es amigo personal de AMLO, no se les ve en el círculo dorado de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo.
Sin embargo, aún quedan pendientes figuras como la aún diputada federal Dulce María Silva Hernández, quien se maneja políticamente en la esfera federal y que, junto a su esposo, César Yañez Centeno, estuvieron muy de cerca en la campaña de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo.
O bien, hablemos de la reelecta senadora de la República, Ana Lilia Rivera Rivera, que si bien tiene un pacto de mucha cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador, aún no es claro si será ratificada en la presidencia del senado, pero al menos no se le ve cercana a Sheinbaum Pardo.
Quienes se autosumen a estas 4 figuras preponderantes de Morena para el 2027, lo harán de manera oportunista y para sacar algún provecho político o económico.
Sin embargo, de los que aquí no menciono, seguramente, están relamiéndose los bigotes para tratar de ocupar el cargo que hoy ostenta Carlos Luna Vázquez, en la delegación de la secretaría del Bienestar.
Basta recordar que los padrones de beneficiarios de los programas sociales del Bienestar, se controlan desde esa oficina y que los servidores de la nación, son en realidad operadores políticos de tiempo completo y representan un ejército de movilizadores para las causas del gobierno federal y su partido.
Desde el 3 de junio, la carrera por la sucesión gubernamental con miras al 2027 inició en Tlaxcala, los reacomodos políticos no son inherentes a los acontecimientos nacionales ni tampoco hay casualidades en la política.
Para bien o para mal (dependiendo de su preferencia política amable lector), la gobernadora Lorena Cuellar Cisneros, tiene por lo pronto 2 cartas para sucederla en el cargo: Alfonso y Josefina.
Lo que ocurra en la delegación del bienestar, inclinará la balanza en favor de ellos 2, a no ser que las legisladoras actúen a tiempo y se hagan de esa dependencia que aglutina, como ya lo dije en líneas arriba, a todos los programas sociales del gobierno federal y que tiene catalogados a todos los beneficiarios de éstos.
Aun dependen de los acomodos políticos los ajustes en el gabinete de Lorena. Está en boga la designación o no de Marcela Castillo González como diputada local o su asunción como secretaria de Cultura de la entidad como se dice en radio pasillo.
Sergio González Hernández, aun no ha asomado la cabeza, se mantiene callado y discreto ante la turbulencia de la designación de Jose en turismo, al igual que la mayoría de la clase política local que no se la esperaba, es decir, no se esperaban la sorpresa y quedaron sorprendidos.
Hoy seguramente ya veremos las mustias e hipócritas felicitaciones de muchos de ellos que no fueron convidados de tal información, sobre todo de gente de tercer nivel, que en un momento pensó que faltarle el respeto a Rodríguez Zamora era una demostración de liderazgo.
En esta etapa en que las patadas bajo la mesa se darán con mayor intensidad, tampoco es descartable la figura del polémico secretario de gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández, quien llegó al cargo gracias a que su madrina, la propia gobernadora, modificó la legislación local, para poder colocarlo como el número 2, como le dicen.
De Ramírez Hernández, se dice que es la mano que mece la cuna, es decir, quien toma las decisiones políticas en la entidad —¿Para muestra basta un botón no Aurora?—, si Toño es candidateable o no, ya es tema que la propia gobernadora dará señales de ello.
Así que en esta recta final del gobierno de los besos y abrazos, de curitas y superficialidad, de vanidades y banalidades, la carrera ya inició, así que hagan sus apuestas y ahí me cuentan quien va llevando la delantera.
Mientras tanto le envío saludo al chavo de Alfonso Brito, que evidentemente, no le aprendió nada a su jefe, sigue siendo un encargado sin más gracia.
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