Un sistema anticorrupción del Estado de Tlaxcala viciado de origen
Lo que parecía un perfeccionamiento del procedimiento que estableció el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción del Estado de Tlaxcala con la nueva convocatoria para elegir al Secretario Ejecutivo se convirtió en una nueva farsa con un ritual que recordó una más de las prácticas priistas del famoso albazo.
Sucede que la primera convocatoria tuvo que anularse debido a que “se había colado” en la terna un aspirante que no cumplía los requisitos, pero más bien fue una fallida operación de querer imponer a un incondicional de las altas esferas del poder sin pulir su currículum, pues se descubrió su militancia partidista y no precisamente de MORENA.
Esta convocatoria que se preparó durante meses y que siete aspirantes creyeron que sería neutral se convirtió en un documento que legitimó un ritual de soflameros donde quedó expuesta la sumisión de los integrantes del Comité de Participación Ciudadana y del Comité Coordinador que resolvieron en diez minutos sin un criterio objetivo elegir a quién desde la propia inscripción era el bendecido para ocupar el puesto “desde algún lugar de la Mancha” como decía Cervantes, solo que aquí la mancha es sin mayúsculas y es aplicada a un sistema que fue creado para combatir la corrupción en los espacios gubernamentales y hoy más que nunca se ha convertido en un sistema que encubre a funcionarios corruptos, ya que Tlaxcala es el estado que menos investiga estos actos según el propio documento del Sistema llamado la Política Anticorrupción del Estado de Tlaxcala.
Lo cierto es que no podemos esperar otra cosa, cuando los que decidieron elegir a una persona que sin ningún escrúpulo en su curriculum señaló la proximidad al gobierno estatal fueron elegidos sin ningún mérito.
Esto significa que durante cinco años más tendremos funcionarios que no les preocupará evitar actos por hechos de corrupción, ya que, la intancia para combatirla su función será quedar bien con quien les paga.
Lástima por Tlaxcala, la corrupción solo será un tema del discurso.
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