Crisis presidencial, antesala del tercer informe de AMLO el solitario
Alex Gómez
El culto a la imagen presidencial que quiso construir Morena en torno a la persona de Andrés Manuel López Obrador, se ha ido desmoronando de a poco, en tal sentido, que es la primera vez, que un grupo importante de disidentes del magisterio, le impidieron llegar a la cotidiana mañanera.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), grupo de antagonistas del sindicato oficial (Por cierto desaparecido, ciego, sordo y mudo), en Chiapas impidió el paso del convoy presidencial, esos mismos, que el propio presidente defendiera para “echar abajo” la reforma educativa de Peña Nieto que desactivaba los mítines, plantones y marchas sin razón de los de la CNTE, esos, hoy le cerraron el paso.
En twitter López Obrador ha recibido reclamos de los usuarios de redes sociales, recriminándole la toma de la Av. Reforma en la CDMX, la quema de pozos petroleros e incluso, por llamar ilegal el cierre de su convoy en el estado de Chiapas este Viernes.
En un tweet del periodista Carlos Loret de Mola en el que cita al propio Andrés Manuel señala “Decidí permanecer aquí no voy a entrar por la fuerza, no son verdaderamente muchos, podría yo entrar, pero decidí no hacerlo es como una protesta de mi parte para que estos grupos no se excedan, porque esto que hacen es ilegal, pero bienvenido”:
Aquí la pregunta obligada es, ¿El presidente debe responder a un plantón o bloqueo con una protesta?
Pero eso no es todo, la abierta asignación de Olga Sánchez Cordero en su regreso al Senado, es para instruir a la caballada de Morena para aprobar en lo inmediato, ya sea con periodo legislativo extraordinario o no, la Ley de revocación de mandato que le urge al presidente, para tartar de reelegirse como los dictadores de quinta de Sudamérica que todos conocemos: Evo, Chávez, Fidel, Correa.
Mientras tanto, nos entretienen con la persecución política de la FGR en contra de Ricardo Anaya Cortés y hasta nos muestran la insana crítica que los medios nacionales hacemos hacia un gobierno que está alejado de la realidad política que puede derivar en una crisis mayor con respecto de los homicidios dolosos que ocurren en el país que apuntan a rebasar hasta en un 300% en 2024 en comparación con los ocurridos en el mandato del priista Peña Nieto.
El presidente se está quedando solo, sus seguidores, otrora incondicionales, hoy día buscan cómo posicionar a su grupo a como de lugar en las preferencias políticas y económicas más rentables, el presidente podría pasar a ser el florero principal de Presidencia si continúa con la permisibilidad que le está dando a su gabinete y dejando que el pragmatismo de su persona impere en los ámbitos del culto a su persona.
Morena es ingobernable, el país está a punto de estar en las mismas condiciones y no, no es culpa de los “aspiracionistas” o “conservadores”, incluso, no es culpa de los medios de comunicación, es culpa de la ausencia de un plan integral, es culpa de las políticas populistas enfocadas a las dádivas y al egocentrismo, es culpa del centralismo y es culpa de la demagogia del poder en turno.
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