El héroe Che Guevara Vs. la villana Deborah Medina
Por: Alex Gómez
En México, las cosas están al revés, hasta en las efemérides de la Cámara de Diputados Federales, ya se le da un trato de héroe al que creó campos de concentración y mandaba a matar a quien se manifestara en su contra y a homosexuales (entre mil y dos mil), es el padre del desastre comunista y económico cubano, tal es el caso del argentino Ernesto Guevara de la Serna, alias el Che, quienes diputados de Morena, PT y PRD no dejaron de ensalzar como libertador.
Lo malo de romancear la mezquindad de un asesino, es que es tanta la insistencia al paso de los años que terminan calificándolo de héroe, así pasó en la cámara de diputados federal, donde el PRD, que se ha constituido en el defensor de la comunidad LGTB+ y promotor del matrimonio igualitario, se contradiga al alabar al asesino de esta comunidad.
Siguiendo la misma tónica, la diputada re-electa de Morena, Merary Villegas, originaria de Sinaloa, trató con rechazo total dando la espalda a las súplicas de la señora Deborah Medina Hernández, que tiene a su hijo adolescente enfermo de cáncer y que no ha recibido sus quimioterapias a tiempo porque el sector salud ya no provee los medicamentos a pacientes.
La desesperada madre suplicó de rodillas a la Morenista que su partido aprobara la iniciativa propuesta por la fracción parlamentaria del PAN para dar atención médica a pacientes con cáncer, a niños, de manera específica, pero para la diputada fue más importante ensalzar al Che Guevara que lleva muerto 54 años que salvar la vida de pacientes con cáncer. Porque era el día del Che, no de los enfermos de cáncer, ellos no importaron en ese momento.
EN lo particular, creo que la mejor definición del Che Guevara la hizo el diputado panista y ex candidato presidencial Gabriel Quadri que dijo:
“El Che Guevara no vivió para asumir su responsabilidad del infierno cubano. Puede que Guevara estuviera enamorado de su propia muerte, pero estaba mucho más enamorado de la muerte de los demás”.
Quadri recordó que, en la cárcel conocida como La Cabaña, en Cuba, el amado Che Guevara fusilaba entre 7 y 9 personas cada madrugada durante casi 2 años, con perfiles como activos militares, policías, periodistas, empresarios, estudiantes, entre otros perfiles.
En nuestro país se diagnostican 191 mil casos de cáncer al año, de los cuales 84 mil mueren, es decir, casi el 50% fallecen de acuerdo con la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer, A.C.
El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. Cerca del 70% de las muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), entre 2010 y 2018 las defunciones relacionadas con el cáncer, o tumores malignos, han pasado de 70,240 a 85,754.
Yo no sé usted amable lector, pero en México las cosas están de cabeza, nuestro país debe reflexionar acerca de los verdaderos problemas que nos atañen como sociedad, porque se está olvidando el bien común por la complacencia al poder, la clase política está más enfrascada en mantener sus posiciones en la Corte de Palacio Nacional que en responsabilizarse como representantes populares que son.
Ya para finalizar, debo señalar, que México está a la espera de que el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, o entregue los votos de su fracción a favor de la reforma energética para que Layda Sansores no haga pública la información de la auditoría que está en vías de concluir de su paso por la gubernatura de Campeche o que como un hombre, defienda la iniciativa que su jefe político aprobó y que cumple con la agenda 20-30 de las Naciones Unidas o regresemos a la producción energética con recursos fósiles altamente contaminantes.´
Paradojas: Mientras que, en Querétaro, el gobernador Mauricio Kuri González se arremangó la camisa desde el primer minuto de su gobierno para atender a damnificados por las intensas lluvias en su entidad, en Tlaxcala, la gobernadora Lorena Cuellar Cisneros, continúa con la cultura de la queja por la falta de dinero, en diálogos vacíos llenos de inacción y en la firma de convenios que ya ni deberían ser noticia debido a que son recurrentes en cada administración. Esa, mis amigos, es la diferencia entre un gobierno de acción y uno de besos y abrazos.
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