La consulta de AMLO depende de cómo se mire
Por: Alex Gómez
De acuerdo con resultados del conteo rápido del Instituto Nacional Electoral, INE, la participación ciudadana de la consulta popular impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para someter al escrutinio público sobre si someter a juicio o no a expresidentes, podría ser un fracaso o no, dependiendo del cristal con que se mire.
Triunfalistamente, algunos dicen que fue un gran logro, entre ellos el propio AMLO y el presidente del INE, Lorenzo Córdova Montoya.
Y es que como usted ya sabe, la participación del 7.07% del padrón electoral refleja dos cosas:
1. Que no es lo mismo el presidente en la boleta.
2. Que invariablemente, no reconocerá el fracaso de su consulta.
El porcentaje a favor fue de un promedio de alrededor del 92%.
Y omito la pregunta por razones obvias, los que votaron en la consulta (que creo que el adjetivo de “popular” le quedó grande), sin un número muy reducido, pero más aún, digamos que ese número representa el voto duro del presidente.
En otras palabras, el gobierno federal debe replantearse la forma en la que el presidente interactúa con la población, incluso, la agenda presidencial debe dejar de obedecer a ocurrencias y a la voluntariedad del propio presidente y debe orientarse a las responsabilidades que como primer mandatario, el pueblo le confirió.
Es preciso que el circo de las mañaneras cambie su formato (si es que quieren seguir con tal abuso mediático) a uno más informativo, estoy muy de acuerdo en que el presidente informe, pero no en la forma en la que sale todo el tiempo a pelearse y a mandar a su inquisidora a atacar la crítica que se le hace, como si se tratara de una lucha intestina de fuerza y poder.
Los periodistas debemos seguir en la tónica de la investigación y el trabajo responsable, tal vez deberíamos especificar el género periodístico en las publicaciones que hacemos para que los responsables de monitorear la noticia sepan qué es un artículo de opinión y qué es noticia, porque además de que su moral es un tanto distraída, también sufren algún índice de desorden emocional que consideran toda crítica como algo personalísimo.
Mientras tanto, hay entidades de la República que deben plantearse dos legislaciones pendientes en su agenda: la Ley de Protección a Periodistas y Defensores de DDHH y, las Leyes locales de Comunicación Social, mientras que los medios debemos responder a nuestros códigos deontológicos que perdimos en algún momento y a responder por los intereses de la sociedad que es a quien nos debemos.
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