Cultivo de fresas, opción de negocio en la Mixteca de Oaxaca para no migrar a EU
Desde hace 12 años, Gustavo Ortiz Salvador dejó de migrar a Estados Unidos para retomar el campo y cultivar fresa en San Martín Peras, en la región de la Mixteca de Oaxaca.
Entre 2015 y 2020, San Martín Peras encabezó la lista de municipios de Oaxaca con más población migrante en Estados Unidos, según el Anuario de migración y remesas México 2021, de BBVA México. En esos mismos años, con 4.5% de migrantes que residían en EU, nacidos en este estado, Oaxaca se ubicó como el séptimo estado expulsor de personas, principalmente a California, Nueva Jersey, Florida, Texas e Illinois.
Sin trabajo remunerado y con ganas de construirse una casa, Gustavo migró durante 10 años, principalmente a California. Ahí trabajó como jornalero en campos de fresas y arándanos, donde aprendió sobre el cultivo de estas y otras plantas.
“Pues trabajando en la fresa sí hay dinero, aunque allá ganamos más, pero alcanza para comer, aunque no para hacerse de más cosas”, dice el hombre, emocionado al ver la cosecha.
El campesino explica que las fresas que cultiva fueron traídas desde Zamora, Michoacán, y que en cada temporada, las plantas se renuevan. En esta zona de la Mixteca, el cultivo de fresa ha ido en aumento en los últimos cinco años, no sólo en Peras, también en comunidades como Guadalupe Nundaca, Santo Domingo del Progreso y San Martín Duraznos.
Gracias al cultivo y comercialización de esta planta, en su natal San Martín Peras, Gustavo ha alimentado a su familia y empleado a otras personas. Y aunque reconoce que gana menos, asegura que se mantiene en unión con su esposa e hijos, además de trabajar sus tierras.
“Pues trabajando en la fresa sí hay dinero, aunque allá ganamos más, pero alcanza para comer, aunque no para hacerse de más cosas”, dice el hombre, emocionado al ver la cosecha.
El campesino explica que las fresas que cultiva fueron traídas desde Zamora, Michoacán, y que en cada temporada, las plantas se renuevan. En esta zona de la Mixteca, el cultivo de fresa ha ido en aumento en los últimos cinco años, no sólo en Peras, también en comunidades como Guadalupe Nundaca, Santo Domingo del Progreso y San Martín Duraznos.
Gracias al cultivo y comercialización de esta planta, en su natal San Martín Peras, Gustavo ha alimentado a su familia y empleado a otras personas. Y aunque reconoce que gana menos, asegura que se mantiene en unión con su esposa e hijos, además de trabajar sus tierras.
La familia de Gustavo Ortiz es de las pocas que ha dejado de sostenerse de las remesas en Peras, aunque gracias a ellas fue que pudo hacerse de bienes para iniciar su negocio de fresas.
De acuerdo con el informe del Banco de México (Banxico) dado a conocer el 1 de junio, en el primer trimestre de 2022, México recibió 17 mil 240 millones de dólares de sus ciudadanos residentes en el extranjero, lo que representa un aumento de 17.57% respecto a los 14 mil 663.73 millones recibidos en los mismos meses de 2021.
En tanto, Oaxaca se coloca en séptimo lugar en ingreso de remesas, sólo por debajo de los estados de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Ciudad de México y Guerrero.
Gustavo Ortiz tiene tres hijos que sostiene con el dinero de la venta de fresas, mientras que otra parte la reinvierte, pues no recibe ningún tipo de apoyo. “Hay otros que se benefician de programas como Sembrando Vida, pero nosotros no recibimos nada”, dice.
Ventas locales
En Peras, los productores venden la fresa a comerciantes locales, de Tlaxiaco principalmente; otros en Huajuapan y en el mercado de Juxtlahuaca.
Es por ello que los clientes de Tlaxiaco acuden directamente a los campos a realizar sus compras. “Vienen hasta acá por la fresa, aprovechan a comprar otras frutas como zarzamora a vecinos. Es menor el precio, pero ya no salimos. Acá luego vendemos un poco más caro, pero se debe destinar más tiempo”.
Debido a que los compradores acuden hasta el lugar, tanto Gustavo como otros productores ya no se ven en la necesidad de salir de su comunidad, a diferencia de otros productores.
En las primeras semanas de junio se recogen las ultimas cosechas de fresa, que inician desde noviembre pasado; sin embargo, los campesinos trabajan durante todo el año, pues cuando termina la cosecha ocupan su tiempo para preparar la tierra para la siguiente temporada.
“Pues la fresa sigue dando, pero las lluvias ya no dejan”, señala Gustavo, de 37 años, quien este año, además, se animó con su esposa a sembrar chiles y flores. Cuenta emocionado que fue un año de buena cosecha.
Como él, que volvió para reunirse con su familia, los datos del Anuario de migración y remesas México 2021 indican que 56% de la población mexicana migrante regresó al país durante el periodo de 2015 a 2020.
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