Tomándole la palabra a Kuri
Por: Héctor Sinecio
Si quis te rogaverit ut una cum illis ambules milliare, ambula duo.
Muchos queretanos recibimos de manera positiva, la llamada de Mauricio Kuri desde el Gobierno del Estado de Querétaro, por rescatar los valores, sin embargo hay que reconocer que no son pocos los que quieren desvirtuar el mensaje del Gobernador, unos ven una versión local de abrazos y no balazos, otros un comunitarismo que ni los mismos promotores entienden, mientras que hay aquellos que afirman que la propuesta se puede resumir en simple propaganda destinada muy en teoría a limpiar hacia el otro exterior la cara del Estado.
Vayamos por partes, la queretaniedad no es algo que pretenda inventar Mauricio Kuri, tampoco son sólo modales o normas de convivencia, su antigüedad provendría incluso desde la época de los pueblos originarios quienes sentenciaban “Cómo sea la gente será la Tierra” los queretanos por nacimiento y aquellos que por decisión decidieron serlo, saben muy bien que somos un Estado, dónde la gente es trabajadora, respetuosa, solidaria, siempre con una mano franca y extendida, amantes de la Paz y la convivencia armónica.
No, no es una forma del Gobierno de desatender las responsabilidades que la ley le mandata, el Estado está obligado a generar un clima de seguridad, respeto a la ley y justicia, dentro de un marco amplio del estado de Derecho, los ciudadanos asimismo somos copartícipes, pongamos un ejemplo, los números en términos de seguridad pueden ser favorables, pero la percepción de la seguridad es mucho más importante que los propios números, también lo es lo que los Sociólogos identifican cómo violencia social.
La teoría ecológica del desarrollo humano, reconoce la importancia de prevenir factores de riesgo, los cuales pueden ser previsibles pues la violencia en la calle, resulta en reflejo de la violencia en casa, las desigualdades en cualquiera de sus formas, potencia igualmente los factores de riesgo y se deben resolver de origen, las situaciones extraordinarias caso de una pandemia generan frustración y estrés social, por lo que además de políticas públicas inherentes, lo más sano dentro de un entorno de la psicología social, sería pues crear patrones de resilencia colectiva.
Los desequilibrios pueden marcar patrones, mientras tenemos fuerzas del orden agredidas a las cuales hasta los despojan de sus armas, por ignorar protocolos, tenemos corporaciones o elementos, violentadores de menores, mujeres, personas con discapacidad, siendo el caso más vergonzoso el de la policía municipal de Huimilpan, cuyo multitudinario abuso policial ocasionó la muerte de un joven y un expediente abierto en la Fiscalía del Estado.
Desde aquella convocatoria para agredir a los “Emos” de manera colectiva, pasando por la brutalidad de algunos pseudo aficionados deportivos y recientemente apologistas del delito, sin olvidar las hordas de saqueadores de las vías del tren, estamos como sociedad muy a tiempo de evitar la proliferación de la violencia social, se requiere de la colaboración no sólo del Gobierno, también de las Universidades, así cómo la Comisión de Derechos Humanos y el área de prevención de adicciones, es decir un esfuerzo institucional y multidisciplinario, la buena noticia es que Kuri tiene la voluntad política, y como sociedad todos podemos aportar nuestro granito de arena al bien social.
Los grupos de Morena velan armas de frente a su elección de dirigencia estatal y toca mujer, muy activas se ha visto a Andrea Tovar, Carmen Gómez y Rocío Rojas, llevando mano esta última según nos dicen, sin embargo, los guindas ya están acostumbrados a dar sorpresas, una de ellas podría ser que la presidencia y la secretaría fueran ocupadas por mujeres, lo cual no tiene precedente pero tampoco es imposible, pues quienes podrían definir la elección no son los grupos con gran número de consejeros, sino los que precisamente tienen pocos, pero en fin podría haber sorpresas pero en pocos casos diríamos que sorprendidos.
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Gálatas 6:9
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