Crecimiento desmedido de la población en Querétaro está generando escasez de agua
Por: Viviana Estrella
El crecimiento poblacional del estado, la alta demanda del agua para las actividades agrícolas y de asentamientos habitacionales, así como los rezagos en su tratamiento doméstico e industrial y la falta de políticas públicas para el manejo del líquido son aristas que presionan el abastecimiento del agua en Querétaro.
El crecimiento desmedido de la entidad y de la población ha acelerado la escasez del agua, fenómeno que incide en el abatimiento de los acuíferos y en que el estado esté cada vez más cerca de llegar a la denominada agua fósil –cuya limpieza se complejiza– explica el secretario Técnico del Colegio de Ingenieros Civiles de Querétaro (CICQ), Pablo Talamantes Contreras.
En el 2019 la Comisión Estatal de Aguas (CEA) estimaba que llegar al agua fósil del acuífero del Valle de Querétaro llevaría un plazo aproximado de 84 años, sin embargo, explica Talamantes, este periodo podría acortarse si desde ahora no se generan estrategias para abatir el problema.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) en el 2020 la entidad reportó una tasa de crecimiento media anual de la población de 2.7%, la segunda más elevada entre los años censales del 2010 y el 2020.
El crecimiento descontrolado del estado, expone el ingeniero civil con maestría en ingeniería hidráulica, genera que se intensifique el desarrollo de fraccionamientos sin que se esté garantizado el tratamiento del agua.
“El problema que tenemos en Querétaro es el crecimiento desmedido de la población, lo que ha generado una acelerada escasez del agua (…) El Acueducto II ha venido a resolver estos abatimientos, pero el crecimiento desmedido de lo que es Querétaro en cuanto a población es lo más preocupante, Querétaro ha ido creciendo de una manera no controlada, se abren bastantes fraccionamientos, pero el suministro del agua –principalmente el desecho de los drenajes sanitarios– ¿hacia dónde van a ir?”, expuso.
Al reto de tratar el agua de uso habitacional se suma el desafío de tratar el líquido de uso industrial para garantizar hacía dónde se están vertiendo esos líquidos, que sean tratados y que no deriven en cauces naturales.
“Yo creo que las alternativas que tenemos como habitantes de Querétaro es pensar en que el agua se nos va a escasear y tenemos que tomarlo de una manera consciente, con el fin de poder generar ahorro al interior de cada una de las casas, evidentemente hay muchas alternativas de las formas de ahorrar el agua en casas. Llegar a esos 80 años (para el agua fósil), se me hace mucho, yo creo que en menos tiempo vamos a llegar a la crisis del agua en Querétaro, evidentemente no queremos llegar a eso, para no llegar debemos crear conciencia en la sociedad”, pronuncia.
El especialista plantea que se incremente el uso de campañas de concientización entre la población, pero principalmente desde los niños, mediante capacitaciones escolares del uso y consumo del agua.
“(Lanzan campañas) desde el inicio, con los niños, las escuelas tienen que estar dando capacitación en cuanto al uso y consumo del agua en Querétaro, porque si no sí vamos a tener una crisis muy fuerte en corto plazo, ya no a mediano, porque Querétaro sigue creciendo y creciendo de manera desmedida”, alerta.
Actualmente, refiere, no son tan evidentes las alertas sobre la escasez del agua, debido a que el Acueducto II tiene capacidad de 1,800 litros por segundo y por ahora se trabaja a 1,400 litros por segundos, es decir, a aproximadamente 77.8% de su capacidad.
“Con base en eso sí tenemos una holgura, pero no tenemos que llegar a eso, si está trabajando a los 1,400 litros por segundo preferible que baje el trabajo a menos litros por segundo, con las medidas de control y ahorro (…) El agua es un recurso que, sin él, ninguna ciudad puede vivir”.
Con el cambio de administración estatal (para el periodo 2021-2027), la CEA debe potenciar las estrategias de concientización social, para que la población dimensione el costo del líquido, acotó.
Propuso que desde la comisión podrían aplicarse estrategias como elevar el precio del agua e incluso generar esquemas de ofertas para los hogares y fraccionadores, mediante la garantía de que se implementan sistemas de ahorro de agua y en consecuencia aplicar descuentos en el pago del recibo.
El crecimiento urbano y poblacional del estado no se puede detener, explica el experto, al referir que se debe optar por acciones como tener mayor control sobre los fraccionadores, es decir, garantizar que desde la construcción de las nuevas unidades habitacionales se apliquen conceptos de sustentabilidad, tendiendo control del agua pluvial, rehúso del agua que se gasta al interior de las viviendas.
Desde el colegio de ingenieros del estado se busca trabajar de la mano con los municipios y la Legislatura para abordar esta problemática y generar alternativas de soluciones.
Pablo Talamantes también puso sobre la discusión que se revise la infraestructura hidráulica existente y sanear las fugas de agua que también implican un desecho; por ejemplo, la infraestructura de la zona centro de la capital del estado, que es antigua y en algunos casos inservible.
Tratamiento y uso eficiente
El desabasto de agua es una gran problemática que aún puede agudizarse más y para abordarlo deben considerarse dos vertientes: las actividades agrícolas como el principal consumidor del líquido –70% a nivel nacional y 63% a nivel estatal–, pero también debe considerarse el ínfimo tratamiento de aguas residuales, ambos puntos delinean parte de los retos que se tienen a nivel local, explica la investigadora (e integrante del Laboratorio de Investigación en Procesos Avanzados de Tratamiento de Aguas de la UNAM Campus Juriquilla, y del Instituto de Ingeniería de la UNAM) Idania Valdez Vázquez.
En la agricultura se centran oportunidades para ahorrar agua, aunque no es una de las principales actividades económicas del estado sí hay presencia de ellas y representa un importante consumidor del líquido; por tanto, insta a incrementar la implementación de sistemas de riego que hagan más eficiente su uso, reduciendo el consumo de agua y disminuyendo la pérdida del líquido en esta actividad primaria.
El tratamiento del agua es uno de los grandes desafíos que enfrenta la entidad, y el país; se estima que en México únicamente se trata 40% del agua, mientras que otros países han logrado tratar hasta 90% del líquido que utilizan.
“Por otra parte, a nivel nacional el porcentaje de agua que se trata es muy bajo, hablamos de 40%, o sea que 60% del agua que se usa en los hogares no se está tratando, con los problemas que eso origina (…) Necesitamos incrementar este porcentaje de agua tratada, porque además nosotros pudiéramos reutilizar esta agua tratada, en el sector agrícola, en actividades industriales, para cerrar el ciclo y reducir el consumo de agua”, explica la investigadora.
Una de las observaciones que se hace desde la academia, refirió, es que se cuenta marcos normativos referente al tratamiento del agua desde las empresas y otros ámbitos, sin embargo, no se aplican con rigurosidad. También pugna porque los nuevos desarrollos habitacionales acrediten contar con sistemas eficientes para tratar el agua.
“Creo que la normatividad ya la tenemos, lo que no tenemos es que sea estricta, es algo que siempre hemos comentado en la academia, si las instituciones y gobierno fueran más estrictos en aplicar la normativa con las empresas, las empresas se verían obligadas a dar el tratamiento que deben de dar, pero si las normas están ahí, pero no se aplican de manera rigurosa entonces las empresas no se ven obligadas y ellos descargan su agua. Que los nuevos fraccionamientos tengan sistemas de tratamiento de agua y que funcionen, porque luego no son eficientes y sólo parece agua negra”, precisa.
Un compromiso para la nueva gestión estatal, propone, puede ser el fijar un porcentaje de agua a tratar y que este vaya en incremento.
La investigadora hace un llamado a las autoridades gubernamentales para que apoyen y volteen a ver los proyectos que está desarrollado la academia; desde el laboratorio se trabaja en generar un sistema de tratamiento de agua más eficiente en términos energéticos y menos costosos; sin embargo, es necesario que se reconozca a este tipo de proyectos, debido a que requieren oportunidades y apoyo para que sean probados.
Proponen Acueducto III
Ante los desafíos del abastecimiento de agua en el estado, el gobernador electo, Mauricio Kuri González (que entra en funciones el 1 de octubre), ha planteado la posibilidad de crear un Acueducto III, como una alternativa para garantizar el suministro del agua.
En febrero del 2011 se inauguró el sistema Acueducto II, se construyó con el propósito de dar sustentabilidad al suministro de agua potable durante los próximos 30 años, permitiendo la estabilización del acuífero del Valle de Querétaro por medio de 123 kilómetros de acueducto se transporta agua potable de noroeste a suroeste, atravesando el río Pánuco y la cuenca Lerma-Chapala, para abastecer con agua limpia.
Déficit de agua en la zona sur
En la zona sur del estado está limitada la disponibilidad del agua, presentando un déficit que está relacionado con los grandes desarrollos y concentración poblacional, reconoce el director general de operaciones de la CEA Querétaro, Humberto Díaz Tiscareño.
“La disponibilidad del agua y su importancia en el estado: en la zona sur del estado la disponibilidad del agua está limitada, está con déficit por los grandes desarrollos y concentraciones que tenemos y hacia la parte norte es donde tenemos la disponibilidad del agua y las fuentes de abastecimiento deberán sustentarse en el mediano y largo plazo”, expone.
En Querétaro, detalla la CEA, 63% del uso del agua es para la actividad agrícola, 30% para uso público urbano, 6% para uso industrial y 1% para generación de energía eléctrica. En tanto, el agua que se utiliza en el estado proviene en 50% de fuentes superficiales y el otro 50% de subterráneas.
La actual administración de la Comisión Estatal de Aguas ha propuesto la creación de macro plantas tratadoras, que se ubiquen principalmente en la zona metropolitana, sin embargo, se trata de proyectos cuantiosos que dificultan su ejecución.
Uno de los grandes rezagos del estado se centra en el tratamiento de aguas residuales, se estima que apenas se trata 0.7 litros por segundo por cada 100 habitantes, lo cual ubica al estado en la posición 22 –entre las entidades con peor desempeño– precisa información del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
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